viernes, 27 de julio de 2012


Hola a todos, hoy casi no tengo tiempo para nada, llevo un dia un tanto movidito pero quería publicar este texto. Ayer os enseñe la "sorpresa" que "La magia de las alas" me había hecho, la única manera de agradecerselo que encontré fue escribir este texto, solo tuve que pensar en alas y esto es lo que ocurrió. Sinceramente creo que voy a continuarlo ya que despues de escribirlo no he podido dejar de pensar en como sigue y tengo una idea muy clara y persistente de como hacerlo. Estaba bastante nerviosa por saber su opinión, pero ya os puedo decir que le ha gustado y la verdad es que ha sido un alivio. Espero que a vosotros tambien os guste.
Hasta mañana a todos :)



Se desvistió despacio, aprovechando la suave luz de la luna que entraba por la ventana abierta, le gustaba el efecto que esa luz en particular le daba a la imagen reflejada en el espejo. Su imagen.

Finalmente su cuerpo desnudo fue el centro de la pequeña habitación. Quienes la conocían nunca hubiesen imaginado que ella actuase de esa manera, nadie creería jamás que una chica silenciosa, introvertida y apenas visible disfrutaba como ella lo hacía de la visión de su cuerpo desnudo en un espejo, pero es que nadie conocía su secreto.

Una sonrisa imperceptible anticipándose a lo que vería al mirar sobre su hombro comenzó a formarse en la comisura de unos labios casi perfectos.

Ahí estaban, unas hermosas y esplendidas alas tatuando su blanca piel, replegadas sobre su espalda, abrazando su cintura. Faltaba tan poco, no había señales, nadie se le había dicho, pero ella lo sabía, pronto aquel gesto inconsciente e inútil con el que su cuerpo intentaba desplegar lo que aun era tinta pronto tendría un sentido, si, lo sabía, pronto las vería imponentes y hermosas, sentiría su tacto, su calor y usaría su magia. Porque si algo le habían enseñado esas alas a lo largo de su vida era que la magia existía.


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